En verdad da igual lo que yo escriba aquí.
Todo es bastante superficial.
Yo no tengo reflejo en el espejo.
Tú tienes un montón de "me gusta".
Depende de cómo hayas interpretado los sueños de tu cráneo,
depende del reloj del tiempo,
depende de los pájaros que dan cuerda al mundo.
Todo es bastante irónico.
A veces, voy paseando por la calle y tengo la sensación de que los edificios son de cartón,
que se van a caer en cualquier momento.
Dentro de ellos no hay nada,
como mucho una estructura de madera para sostenerlos en pie.
Mi estructura de madera es la misma desde hace mucho tiempo.
Las personas son de mentira.
Si les hundo las garras en la piel, las traspasaré.
Son órganos sintéticos, como el látex.
Respiran por un mecanismo interior,
se mueven por energías hidráulicas,
se alimentan del la felicidad de un algoritmo.
No tienen corazón.
Este mundo está rodeado por una muralla.
Esto no lo escribí yo, lo escribió mi gato.
Ha escrito esto mientras yo dormía sobre el portátil.
Lo sé, porque me ha dejado las teclas manchadas de barro.
Pero no me importa.
Sé que algún día nos volveremos a encontrar.
Me pregunto si para mi gato,
yo también seré de esas personas de látex.
Si el edificio en el que vivo es de cartón.
Si yo también soy una estructura hueca.
Me preocupa si nunca fui lo suficiente bueno para él escribiéndote.