EMPATIA ANTE LA DEPRESIÓN

 No tiene mérito escribir, porque las palabras que se piensan en mi cerebro roto son huecas, carentes de sentido, por eso voy a dejar que sea el corazón lo que escriba sin importar lo que digo:

Quería ser algo para ti, pero tu solo me hablabas del suicidio, de rendirte del todo y yo solido como una roca sentía que si quedaba un poco de latido, ya estaba casi apunto también de quedarse petrificado y duro. Tu estas llorando y yo solo estoy pensando en atarte desnuda y después regalarte rosas, soy así de idiota. Seguramente si me apuntas con una pistola en la frente preguntándome si te quiero, prefiero que me dispares, prefiero caminar por alambres de espino antes de volver a admitir que estoy enamorado, pero tu no sientes lo mismo. Sin embargo, la armonía de tu cuerpo desnudo es como un maldito jardín japonés, sensualmente perfecto, así me lo imagino, solo que, tus labios los pisaran otros, la fragancia de tu sudor la disfrutaran otros. Yo como un loco solo querré quemar el amor que niego mientras con gasolina riego un corazón que prendo con una cerilla.