No tengo ningún tipo de talento y siempre tengo las mismas faltas de ortografía con los acentos. Siempre me pongo las mismas canciones para escribir y siempre sueño con cristales rotos de color rojo en un folio, mi razón de ser. Yo quería imágenes explicitas de sexo violento pero lo único explicito y violento que me dejó marcado para siempre fue como partiste mi corazón con un hacha por el medio, lo hiciste a trozos y salpicó de rojo la habitación como en un film gore. Pero lo peor de todo es que tu nunca fuiste el/la culpable, ya nací con algo roto, siempre me gustaron los días grises, las tormentas de lluvia, los rayos, los truenos siempre se dibujaban en mis retinas aunque solo yo los veia. Cuando todos decian, que día más malo, yo por dentro era feliz, de la misma manera que no te puedo explicar por qué siempre he recordado unas vías de tren que nunca visite. Y los postes de luz, ah, mi gran fetiche, como me pone ver los cables en línea, que arquitectura tan perfecta, no puedo explicarlo. Solo hay algo mejor y es las guarradas que me imagino cuando estoy en silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario