CONFESIÓN

Las cosas que no te dije me las guarde todas para mi y ahora que estoy apunto de morir, ni a la muerte sirve confesarme, me esta pidiendo que me de prisa en vestirme, que me meta en el ataúd, que vamos tarde. Imponentes eran tus ojos, me encantaba quedarme callado mirándolos, me imaginaba un montón de guarrerias que podíamos hacer ( como con otras ) pero además, me gustaba mirarlos también estudiándolos como si después me fueras a preguntar por sus tonalidades, sus formas, sus detalles como en un examén y eso solo sí, que me pasaba solo contigo. Da igual lo que escriba o diga ahora, tu ya tienes tu vida echa aunque yo también imaginé toda una vida echa contigo, imagine tener varios hijos  y paseos con ellos de la mano llevándolos al colegio pero ahora nada de esto tiene sentido. Importa que te quiero y en mi corazón siempre te he guardado un sitio, importa que quiero creer que algo de lo que te he dicho quizá tu lo hayas sentido, importa que las flores que no te he regalado nunca se han marchitado, importa que los te quiero que nunca te he dicho nunca se han olvidado. Adiós supongo, no me queda más que despedirme de ti, si quieres en mi nombre puedes tirar flores al mar, quizá lleguen con las olas de tu pestañear a ese mundo onírico donde nos conseguimos amar.