Siempre esperando la lluvia,
esa lluvia eterna que no llega.
Eternamente decepcionado.
Una silueta desnuda en la habitación,
sin cara, sin alma, solo la nada.
Un pájaro asoma por una ventana
colgada en un campo de flores rojas.
Viviría avergonzado si pudieran abrir mi cráneo
y ver que sólo estás tú dentro.
Qué vergüenza:
anularme por alguien que no me ama igual.
Fun fact:
escribí tanto, tantos textos sin sentido,
tantas poesías como cuchillas,
y ninguna curó.
Solo abrieron más heridas.
Pero cómo me gusta enredarme en el dolor,
sentir tus manos gigantes aplastándome.
Yo tan pequeño,
mi mundo tan reducido
como las letras de tu nombre.
Siempre fui ese niño
con un gato bajo el brazo,
mirando la luna llena
pidiendo tormenta,
una tormenta que destruya
las camas de los amantes infieles.
No sabes lo que duele el hielo,
ni lo rencoroso que es el fuego.
Yo camino,
negro sobre blanco,
blanco sobre negro.
Cada día con menos ego,
escapando de mí,
tirándome por el desagüe,
queriendo ser abducido.
Miro al mar.
Miro cómo se deshace el cuadro de esperarte,
cómo me caigo a trozos
como pintura barata.
Labios cosidos,
ojos sangrando
por todo lo que no me hiciste.
Descendiendo a un infierno gris,
donde sólo se escuchan tus gemidos
follando con otro.
Cupido apareció en un reel diciendo:
"The past will often try to attack the present with the pain of your memories."
Después se abrió un OnlyFans.
Usuario: @elamoryanoexiste.
¿Quién soy yo?
¿La lágrima o el anhelo del cementerio?
¿El corazón roto o las dos cruces en los ojos?
¿El que calla en gris o el que grita en color?
Ninguno sonríe.
El corazón ya no es mármol.
Es un ejecutado,
partido en dos,
colgado al revés
goteando nuestras iniciales.
Te echaré de menos siempre.
Pero hoy dejo de escribirte.
Hoy es el fin.
Aunque me duerma cien veces
Con mis labios pronunciando tu nombre.
Mis deseos contigo son de Toshio Saeki.
No tienen likes tuyos.
Pero millones de visualizaciones.
Sonrío con los dientes torcidos
porque no soy libre.
Soy tu esclavo.
Y al mismo tiempo,
no pertenezco a nada.
Hoy es el fin del blog.
Vuelvo a mi rutina de morirme despacio,
mientras intento fingir ser como todos.
Pero por dentro,
mi alma es un cubo de Rubik
que se derrite en una sopa de letras
donde sólo aparece ( sí, lo adivinaste ) tu nombre otra vez.
Shinji llora mientras tú le mandas nudes a otro.
Ardo en una cama con un maniquí esqueleto
al que le puse tu nombre también.
¿Qué importa lo que digan?
Lo que hacen es lo que me duele.
Te tendría atada en mi cama
aunque la pizza se enfríe.
Abriría un canal de YouTube,
cada vídeo una sonrisa falsa
y otro corte en la muñeca.
Un canal no,
un suicidario bitacoras.
Un podcast de peleas conmigo mismo,
aplastando mi corazón en directo.
Pensamientos intrusivos,
letras de canciones que duelen,
ideas que jamás usaré.
Si me llevara tres cosas a una isla desierta,
serías tú, tú, y tú.
Para dejar de ser sangre en el cuchillo,
y ser las flores de cerezo cayendo.
Pero me autodestruyo en silencio,
lamiendo el filo de tu coño
como si fuera mi última cena.
Follar hasta no saber si soy humano
o un gato en celo.
Soy Bruce Lee hasta el culo de farlopa
escribiéndote.
Nos veremos.
En esta o en otra.
Hago contorsiones para provocarte.
Flexeo mis cuadernos viejos,
millones de palabras que no sirven,
Se ve que no triunfan los poetas en Tinder.
Soy el lobo esperando en el bosque.
Te llamo a cobro revertido
para decirte que ya no te quiero.
Mentira.
Sí que te quiero.
No soy fuerte por aguantar.
Quiero tocarte con locura.
Ahogarme mientras lo hacemos.
Eras las vías del tren
y yo el salariman japonés que se lanza sin dudar.
Ya no hay película.
Pero todos siguen sentados,
viendo cómo me abuchean.
Ansiedad.
Estrés.
Palmeras culpables.
El mar no sabe nada.
Ni los médicos tampoco.
Dispara y luego perdona.
Dragones que sonríen.
Estrellas invertidas.
Samuráis sin katanas.
Geishas sin amo.
Tatuajes que nunca hice
y diablos que nunca se fueron.
El tren se mueve
y me hace feliz:
esta vez no va a ningún lado.
Ya me da igual quién te mire el cuerpo.
Pero en realidad me estoy ahogando,
en un tsunami de celos,
colgándome desde un cuarto piso con una
sabana blanca si te veo con otro.
Puedes verme en directo, un extensible de hacer el rídiculo, suscribete.
Tanto amor para terminar queriendo abrir un canal en pornhub y subir un video en el que me la chupes en la cima de un monte.
No te he follado.
Pero huelo a ti.
Ojalá una explosión nuclear
para que no quede nadie más
que esconda panteras negras en el pecho.
Para no tener que decir “estoy bien”
con un puñal clavado.
Ponerte los ojos en blanco
como Hinata
y luego decirte que no soy tan bueno.
¿Dónde estuviste
en todas mis otras vidas?
Saco la katana.
Estoy listo.
Sonrío.
Con sangre en la boca.
Amén.
Nos disparamos en la cabeza y morimos juntos.
Como siempre quise.
Acuérdate de mi cuando veas los postes de red eléctrica, la cancha vacía, el gato atropellado en la carretera.
( Este blog se cerrará para siempre el 15 de Junio )