SU CULO BLANCO

" Me voy a dar un baño, te vienes"- me dijo, y se quito la parte de abajo del bikini. 

A medida que se iba alejando no podía dejar de mirar la marca triangular del bikini en su culo blanco, en comparación con su piel bronceada hacía un contraste que me resultaba gracioso. La observaba absorto como poco a poco se iba metiendo al mar, cautivado por su belleza si no me daba cuenta parecía que hasta se me iba a olvidar respirar. Mi corazón latía rápido, sin poder controlarlo como siempre pero eso ella no lo sabía. No podía decírselo, no quería arriesgar esta nueva amistad, porque para mi, ella era como una persona nueva que había tenido al lado durante muchos años, que nos habíamos visto a diario, que incluso habíamos hablado algo pero nunca nada realmente serio, nunca nos habíamos tomado el tiempo de conocernos el uno al otro y no sé porque realmente, bueno, sí lo sé, yo en aquella época era lo suficiente tímido como para no tener el valor de hablarle a ninguna chica del instituto y mucho menos para declararme a una compañera de clase. Mientras seguía hipnotizado por la curva de su espalda y la elegancia de sus movimientos, pensé que estaba en armonía con la naturaleza, bañándose en el mar de Ibiza con gracia y libertad, después de mucho tiempo me sentí agraciado de sentirme vivo, por un momento como si de golpe me hubiesen vuelto los sentidos respire hondo y pude oler la sal del mar, el yodo de las algas y pude sentir el calor del sol torrando mi piel.

Me preguntaba si ella tendría alguna idea de lo que sentía por ella, siempre creí que era un profesional ocultando mis sentimientos, se me daba tan bien como la fotografía. Pero esta vez hasta yo mismo tenía dudas,¿ Se daría cuenta de cómo la miraba? Sentiría lo mismo por mi? De repente, ella me miró por encima del hombro y sonrió, como si me estuviese contestado a mis preguntas mentales. Me saludó con la mano y mi corazón casi le da un vuelco, sonreí y la devolví el saludo con un cara de póker, que ni yo mismo sabia como había improvisado tan rápido. Realmente, ¿ Lo había notado? ¿ Absorto en mis pensamientos había visto cómo la miraba? Tal vez no, tal vez solo era coincidencia y quería saludarme o tal vez mi corazón estaba tocando demasiado fuerte la puerta de su corazón y estaba escuchándome.

La imagen de Rebeca de espaldas a mi, metida con medio cuerpo dentro del agua, con la marca triangular de su bikini y jugando con el agua, fue una imagen que quedó grabada en mi mente durante mucho tiempo.